domingo, 2 de noviembre de 2014

Hoy.... Argos

Argos

Mientras buscaba entre mi material de trabajo para una obra encontre unas plumas decoradas como las de las colas del pavo real, si alguna vez vieron uno cuando despliega su cola, es como si se llenara de ojos que nos miran, cuando era niña vivía en Merlo, Prov. de Buenos Aires, en una casa grande con terreno de 40 mts., donde podía jugar e inventar historias increíbles, en el terreno teníamos rosas, margaritas, conejitos, un ciruelo, higueras, un duraznero, un limonero y un gallinero, todos teníamos uno; entre casa y casa sólo nos separaba un alambre tejido, no se necesitaba más, la única inseguridad era la de las jaurías de perros salvajes que podían entrar por una casa, o por los fondos desde algún terreno baldío durante la noche y atacar a las gallinas.

Don Jesús vivía al lado de casa, era dueño de una zapatería en el Parque San Martín, así se llamaba el barrio donde vivía y también tenía un gallinero, un día trajo un pavo real, recuerdo que me pasaba horas en el fondo de casa para verlo desplegar su cola, los colores y los ojos en su plumaje llamaban mi atención, hoy la pluma que encontré trajo a la memoria, ese pavo, que como relataba anteriormente, una noche una jauría de perros hambrientos mató a varios de los animales de Don Jesús, incluído el pavo real.

La pluma hizo que recordara la historia de Argos, en la mitología Griega (es mi parte favorita de la historia) Argos Panoptes (de todos los ojos), era el sirviente de Hera (en esos tiempos era mejor ser sirviente de Hera, era una Diosa de armas tomar y creo que nadie la quería de enemiga) una de las tantas leyendas dice que “Hera le pide a Argos que vigile a Zeus, (Ella creía que Él la engañaba con una Ninfa), Zeus descubre el trato entre Hera y Argos, decide enviar a Hermes para que mate a Argos y no lo pueda espiar, tras la muerte de Argos, a manera de homenaje Hera hizo que los ojos de Argos estuvieran por siempre en la cola del pavo real.

También me acordé de Virginia, una alumna del Estudio que trabajaba con los ojos, sus obras eran maravillosas, también recordé la simbología donde el ojo, es el que todo lo ve, la de un ser supremo por encima de nosotros que siempre nos está vigilando, hoy tenemos un ojo virtual que todo lo ve, que siempre nos está registrando,  y hasta nosotros mismo somos un gran ojo virtual que todo lo vemos y registramos.

Me pregunto si Hera alguna vez imagino, que Argos hoy estaría en tantos lugares y no sólo en la cola de un pavo real.

Stella Maris Leone Geraci

Artista