domingo, 1 de noviembre de 2015

El Santo de la Casa

El Santo de la Casa

Ahí, quieto, firme e inmóvil desde 1982 que está en su lugar, entronizado y  vigilante mirando hacia delante, El Santo de la Casa, que Canio fue llevando de casa en casa, hasta que ahí quedo.

El Santo de la Casa, estuvo en todas las casas en las que viví, en Merlo estaba en el gran terreno, mirando la hacia la casa, apoyado sobre una tapia, en Villa Real, que era la casa de mi Abuela y como había un conflicto inter-religioso estaba en una maseta cerca de la que era nuestra cocina, ahora en Villa Raffo, está sobre el cuarto de arriba, ese que está en la terraza, que guarda esas cosas que no queremos en la casa.

El Santo de la Casa, después de tanto peregrinar, y de tanto lugar no estable, encontró su lugar y el está ahí presidiendo su reinado en la casa, no tiene un altar o una casita, como hoy todos le hacen, El Santo de la Casa es de bronce y está a la intemperie del sol, de la lluvia, del frío, del calor, de la noche, del día; nunca supe porque mi Papá le tenía tanto afecto a esa imagen, que lo acompañaba desde mucho antes de casarse con Mamá, el trajo sus pequeñas tradiciones de las que no se hablaba, y no se cuales son sus historias (sólo puedo suponer hilando en el tiempo el porqué), pero El Santo de la Casa encontró destino en está casa, o quizás mi Papá le dio el destino final, en esta casa, como sabiendo que este sería el último lugar de peregrinaje, de Él y de él, de mi Papá me queda el recuerdo, el amor, la sonrisa, y El Santo de la Casa que aunque no lo recuerde está ahí, junto a su perro fiel, es un San Roque, de chica solía repetir cuando iba por la calle “San Roque, San Roque que este perro no me toque”, Él siempre tuvo perros y Mamá también, el último que tuvieron juntos, murió unos meses antes que yo naciera, el veterinario les dijo que había sido envenenado, así que yo crecí sin perros.

El Santo de la Casa, convive con la casa, con mis Ángeles, con las distintas imagenes de María y con San Cayetano, el está en las alturas y los míos en la tierra, también sin altares o casitas, sólo puestos en algunos lugares, eso pasa cuando una viene de una familia disfuncional en lo religioso; pero eso es otra historia.

Stella Maris Leone Geraci
Artista Plástica, Fotógrafa, Escritora