lunes, 17 de abril de 2017

Hijas perfectas del patriarcado

Hijas perfectas del patriarcado

Cuándo tenía veinte años una mujer me dijo, “la violación es un acto de poder que ejerce el hombre hacia una mujer”, esa frase quedo marcada en mi mente.

Después del femicidio de Micaela García, la búsqueda que seguimos haciendo de Araceli Fulles, los dichos de Baby Echecopar (actor - comunicador), sobre las niñas, parece ser que seguimos sin aprender nada, la víctima sigue siendo la responsable de todo lo que le paso y de lo que no le paso.

En estos días los comentarios fueron de lo más variados, si usa un mini short, si usa una minifalda, si pone trompita al sacarse una foto, si muestra el corpiño, si muestra su escote, que no salga sola, que no vaya a buscar trabajo sóla, que hace una chica joven caminando sola a esas horas.

Que pasa cuando leemos o escuchamos esto de un hombre, la justificación automática de la corporación del género masculino es Ella es quien provoca, no puede salir así a la calle o sarcase una foto así, tiene la culpa de ser violada sentencian; si esas mismas expresiones las leemos de una mujer, ahí entendemos que el machismo no tiene género, y entonces viene la doble moral, a la final voy a terminar pensando que yo era la única que a los veinte años salía viernes, sábados, domingos, me iba de vacaciones sóla, volvía tarde casi de madrugada sola en colectivo, y no había celular, que utilizaba la ropa interior para ir a bailar o a tomar algo, acaso todas las mujeres que levantan el dedo acusador contra las jóvenes que hoy son víctimas de violación, todas ellas eran puras, castas y vivían en un convento.

Las cuestionan si son niñas, las cuestionan si son adolescente, las cuestionan si son jóvenes, imagino que todas Ellas criaron hijas perfectas del patriarcado, sumisas, que no dicen un si y un no, que van a misa todos los domingos, que no salen con sus amiga/os y que son el ideal del patriarcado, les falta la aureola y son santas inmaculadas, cuando una niña, una adolescente es abusada, violada el responsable es alguien del entorno, un abuelo, un tío, un primo, un amigo de la familia, cuando un hombre viola a una mujer en la gran mayoría de los casos su pareja es responsable, luego tenemos el factor externo al depredador, que sólo busca una mujer para violar y tener poder.

Cuando yo era chica las que venimos de familia italiana, y nos criamos rodeada/os de Italiana/os, las mujeres solían tener una expresión que me molestaba, ellas decían “son todas putañeras” (es decir sólo eran chicas decentes sus hijas, el resto no), mi Abuela (que también era Italiana y les dire mi Abuela no se andaba con chiquitas a la hora de ser castradora), solía responderles “no se puede escupir al cielo cuando hay niñas en la cuna”, hoy las etiquetas siguen existiendo y todas tienen vidas perfectas, hijas perfectas y las educaron de manera perfecta; es muy fácil levantar el dedo acusador contra la otra, contra la que fue violada, contra la que está desaparecida, contra la que fue asesinada.

El machismo no es una cuestión de género, como escribía al principio, es una cuestión de educación arraigada en nuestra cultura, como en la mía que desciendo de Italianos, por suerte mi Mamá que fue criada de manera muy estricta a mi me dio todas las libertades necesarias para que sea un Mujer Independiente, o como decimos hoy una Mujer Empoderada, debemos desculturizar en las culturas machistas, en las culturas de la violación, empezar a educar en igualdad de género, no sólo entre mujeres y hombres, debemos incluir a lesbianas, gay, trans sexuales, queer, bisexuales e intersexuales, no sólo educar en nuestras casas, también debemos exigir al estado políticas de género, que se lleven a las escuelas, no como un tema que se ve, una vez al año, si como una materia que forme parte de la currícula desde el jardín, hasta la universidad, es imperioso formar profesionales con una mirada en la igualdad de género, si no queremos seguir llorando, marchando por más Micaelas.

Stella Maris Leone Geraci

Artista Feminista, Activista