De
las torturas medievales, a los femicidios
Las
prácticas violentas ejercidas hacia las Mujeres no es algo de los
últimos años, forma parte de la cultura de la humanidad, y todas
ellas son prácticas medievales en especial en América después de
la llegada de los conquistadores, se realizaban en su gran mayoría
en las Mujeres, hoy cambiaron las formas pero siguen siendo las
mismas.
En
la última década venimos hablando de Femicidio un termino
que muchos le atribuyen a Marcela Lagarde (Mexicana), en
realidad el término se acuñó en los años 70, y fue Carol
Orlock (Escritora Estadounidense) quien en un libro que nunca
llegó a publicar utilizó el término Femicidio o Feminicidio
(Mujeres asesinadas por incineración), el término Femicidio
fue utilizado por primera vez en forma pública a mediados de los 70
por Diana Russell (Feminista Sudafricana) en crímenes contra
Mujeres en Bruselas. en Argentina empezamos a hablar de Femicidio,
después del asesinato por incineración de Wanda Taddei, a
manos de su pareja, la muerte por el empalamiento de Lucía
Pérez, son dos casos
terribles que tienen en común las prácticas medievales arraigadas
en la cultura violenta y machista de la sociedad.
Estas
prácticas como escribí al principio no son nuevas, en la época
medieval ya se empleaban, La Hoguera, un método utilizado por
la Iglesia en “La Inquisición o Santa Inquisición” como
forma de tortura en especial en las Mujeres, tuvo en América Latina
(La Inquisición Española 1478 - 1821) la mayor cantidad de Mujeres
víctimas asesinadas, incineradas por esté método, más que en
Europa, las causas por las que se hacían era sólo por su Condición
de Mujer, que vivía sola con
sus propios recursos, tenían conocimientos sobre medicina,
herboristería, vivían alejadas de las ciudades, se las llamaba
“brujas”, tan sólo
por eso eran condenadas a ser quemadas en la hoguera. El
empalamiento también era una forma de tortura medieval en el se
empleaba La pera de la angustia, o Pera de la Inquisición
era utilizada en hombres, y mucho más en las Mujeres, este sistema
aberrante de tortura se aplicaba en la vagina o en el ano, hasta
aumentar su tamaño, destruir el órgano o producir la muerte de la
Mujer, por desgarro y sangrado.
La
cultura de la violación está muy arraigada en América Latina, está
práctica formaba parte de lo que se conoce como Prima
Notte o Derecho de Pernada,
habitual en el medioevo, el dueño de las tierras, el sacerdote, el
empleador, el político a cargo de ese pueblo, ejercía ese derecho,
ante la Mujer virgen que se casaba, las Mujeres víctimas de
violencia sexual solían ser las esclavas, las que formaban parte de
la servidumbre, las indígenas, las campesinas, las inquilinas, está
práctica muy habitual en América Latina, se llevó adelante hasta
mediados del Siglo XX.
Estas
costumbres no dejaron de realizarse sólo se ocultaron, se
maquillaron, en suicidios, en crímenes pasionales, la cultura de la
violencia hacia la Mujer, es una práctica habitual, la cultura de la
violación, sigue estando presente, la Mujer joven adolescente, es la
más vulnerable, donde un grupo de victimarios hombres, ejercen su
poder sobre la Mujer, debemos recordar y ser muy clara/os “la
violación es un acto de poder hacia la Mujer”.
Hasta
que no empecemos a erradicar las culturas violentas hacia las
Mujeres, a educar en igualdad de género, tanto a Mujeres, como a
Hombres, estas prácticas violentas ancestrales arraigadas en la
sociedad, seguiremos diciendo en América Latina, #NiUnaMenos,
#VivasNosQueremos, #BastadeEstupro.
Stella
Maris Leone Geraci
Artista
Feminista, Artivista