sábado, 20 de febrero de 2021

Arte, vida, espiritualidad

 Arte, vida, espiritualidad


 "Algo más qué un hashtag "

Por Stella Maris Leone Geraci


Releyendo a Raquel Rabinovich, Artista Argentina, en su búsqueda de los materiales para realizar su arte, los espacios para emplazar su obra, su búsqueda personal espiritual, su viaje a India, donde conjuga "arte, vida" en un todo, que va más allá de lo virtual, para Ella es una forma de vida.


También pienso en la obra de Hilma af klint considerada hoy de un gran misticismo, aunque en su momento fue maltratada, silenciada por el mundo del arte,  Remedios Varo, con una obra onírica; Cecilia Vicuña, con su obra "basuritas" cómo las llama producida con materiales recuperados y su referencia a la Cultura Ancestral Andina, sólo  por mencionar a algunas.


En éstos tiempos donde la pandemia nos obligó a permanecer aisladxs desde lo físico, no desde lo virtual, en este punto todxs fuimos cruzados de una u otra manera por la virtualidad, volviendo a Rabinovich en su propio aislamiento (para alejarse del mundo / mercado del arte) para generar su obra, la búsqueda de los espacios para realizar sus intervenciones urbanas a modo de "Land Art", pero de una forma más austera, un lugar que fuera íntimo sagrado, en comunión con la naturaleza, sin la mirada del recorrido de turistas, cómo pasa con muchas de esas "instalaciones"; su intervención en el bosque, en el río, son para ser parte de la naturaleza.


En los últimos años  y más en este último año pienso en como mi trabajo refleja ese mundo interior, ésa búsqueda personal, desde una red de mujeres en la que nos sostenemos desde los virtual, la búsqueda espiritual, la búsqueda ancestral, los rituales místicos, urbanos, dibujar es un ritual, pintar es un ritual, cuidar un jardín es un ritual, escribir es un ritual, caminar es un ritual, meditar es un ritual, encender una vela es un ritual, leer es un ritual, decir un mantra oración es un ritual, cocinar es un ritual.


La vida, el arte son uno y todo y también son  efímeros,  cada tantos  años destruyo mi obra, no me importa tener registro físico de esa obra, que hoy o mañana no me va a representar en mi nueva obra, y si me  representa seguro ya tuvo el suficiente tiempo de maduración para ser mostrada y es hora de comenzar algo nuevo, muchas veces esa obra la transformo en otra, para realizar un site specific, a veces para integrar a otra obra; en la actualidad parte de mi obra es con materiales recuperados, como mis textiles realizados con telas que pertenecieron a mis Ancestras, mucha de esa obra forma parte de mi entorno, ese que se convirtió en mi espacio sagrado; creando instalaciones en mi Estudio o  en "Jardín Secreto" (el jardín de mi casa taller) y ahí puedo observar como la obra interactúa con el ambiente, las luces, las sombras, el viento, la lluvia, se van apropiando de la obra, la transfornan hasta la destruyen y eso hace a la obra terminada, verla envejecer, morir, también habla de nuestro paso por está vida qué también es efímera.


El desapego del que tanto se habla, la búsqueda interior, el "yo soy", forman parte de una práctica ancestral, ahí vuelvo al principio de éste texto, vuelvo a pensar en las redes de contención que muchas mujeres creamos y cómo Mónica Cabrera (Artista e Historiadora de Arte), me hizo notar en mi serie "El Bosque de las Amazonas" dónde todas están unidas por un hilo, un lazo, una línea,  que las sostiene de tantos maltratos, en la que me incluyo e intento rescatarme.


Crear mis propios rituales sagrados, mis mantras, dibujando, pintando, escribiendo, cuidando mi jardín, siendo parte y arte, aplicando el concepto de "la obra soy yo, yo soy la obra" , que no surgió en los últimos 10 años, quizás nos deberíamos remontar a siglos pasados, a los textos de Hilma af klint, al libro de Kandinsky "Lo espiritual en el arte", o a una Artista  contenporánea cómo Raquel Rabinovich.


Pensar "arte, vida, espiritualidad" , cómo un todo y no como entes separados, ese es el desafío.